27 abril, 2010

Sola en casa...

El domingo pasado mi esposo salió a un curso en una ciudad relativamente cercana a Toulouse, toda la semana estará lejos de casa y no puedo negar que desde que supe que iba a pasar una semana “sola” (entre comillas claro porque es evidente que NUNCA lo estoy), tuve algo de temor, ya que nunca estuve totalmente “sola” y mucho menos en un país que aun a ésta fecha me es un tanto desconocido, un idioma que aún no domino con destreza, lejos de la familia, lejos de mi esposo, lejos de mis hermanos, etc.

Pero al mismo tiempo, sabía que no tenía que temer, pues el Señor siempre nos ha mostrado que está a nuestro lado, sea donde sea que estemos… eso lo sé, siempre lo he sabido, pero a veces soy necia, mi condición de humanidad me hace en ocasiones sacar esa debilidad que nos caracteriza… esa fragilidad que nos vuelve en ocasiones tan vulnerables…

Pero hoy puedo decir que Dios me ha dado seguridad, aun en la “soledad” que se puede sentir en el ambiente, el en silencio que abunda durante la noche, en la inseguridad que puedo llegar a sentir, Él resurge con sus alas que me rodean con ternura y entonces ¡¡Todo está bien!!

Él es el mismo que con una columna de fuego y una columna de nube, guió a un pueblo entero por el desierto.

ÉL es el mismo que habló a Elías con un silbo apacible cuando la depresión y la persecución atacaron su paz.

Él es el mismo que guardó la vida de su ungido David, cuando el celo de Saúl buscaba terminar con su vida.

Él es el mismo que libró a Pedro de la cárcel y lo llevó en la oscuridad de la noche a reunirse con sus hermanos que oraban fervientemente a su favor.

¿Acaso un Dios así no cuidará de mí?

Ahora me parece absurdo temer… aunque en la debilidad mía, el poder de mi Dios se perfecciona.

Así que prefiero a veces ser temerosa… si no hubiera temor, no sentiría la necesidad de su regazo, si no hubiera temor sería entonces tan autosuficiente, que no amaría tanto el brazo abrigador que hoy me dice:

Yo estoy contigo...Yo soy tu Dios que te esfuerzo, No te dejaré...Ni te desampararé...

12 abril, 2010

Querida Lis...

Me estoy acostumbrando durante éstos días a hacer regalos "virtuales" y éste no es la excepción.
La distancia y el tiempo me impiden abrazar y conversar con mis seres queridos tanto como quisiera y como estuve acostumbrada toda mi vida, pero hoy, estando lejos de ellos físicamente, no así del corazón, puedo escribir algunas líneas con dedicatoria especial, y en ocasiones creo que son los regalos personalizados, los que dibujan una sonrisa más grande en nuestro rostro, y espero no equivocarme hoy.

Hoy 12 de Abril, es el cumpleaños de mi doblemente hermana, en la carne y en el Espíritu, ella ha sido sin duda alguna, un regalo inigualable de Dios a mi vida.

Querida Hermanita:

Hoy que me encuentro ante un nuevo camino, ante nuevas expectativas y metas a lograr, volteo mi mirada al camino que he recorrido y me alegra saber que tu has estado presente en mi andar, aún desde antes de nacer, tu presencia y cariño son parte de la felicidad que hoy siento en mi corazón.

¡Cómo podría olvidar todo lo que hemos vivido juntas!, ¡Cómo dejar de extrañar esos momentos en que terminamos adoloridas de tanto reir!, ¡Cómo no sentir aún ese abrazo que muchas veces nos hizo sentir tranquilas, unidas!, ¡Cómo no recordar el calor que nos unió en noches frías en una sola cama!, las platicas interminables debajo de la sábana,¡Cómo dejar de agradecerle al Señor por tan dulce y sin igual tesoro que para mi representa tu amistad!. Porque si bien, el compartir lazos de sangre no siempre asegura una convivencia armoniosa, en nuestro caso ha sido totalmente opuesto y lo sabes bien, y si la Palabra misma elogia al amigo de tal manera que dice: Hay amigo más unido que un hermano, entonces yo estoy doblemente agradecida porque tu has cumplido con las dos cosas de una manera ¡¡increíble!!

Tu alegría, tu sabiduría, tu belleza física y espiritual, han sido para mí un ejemplo de fortaleza, de convicción, de esfuerzo... y quiero decirte que aunque sabes cuánto te amo, nunca está de más recordarlo, mucho menos en un día tan especial.

¡¡Gracias por los momentos inovidable que son parte de mi vida!! hoy el recuerdo me hace sonreir de una manera incontenible por los recuerdos de lo que desde niñas hemos vivido y enumeraré algunos sin dar detalles pues sé que en tu corazón viven tan frescos como en el mío y con sólo unas palabras recordarás todo lo que sentimos, todo lo que aprendimos, todo lo que pasó...

"Las frambuesas del patio trasero"
"Los experimentos químicos caseros"
"El plan ND"
"Los bocadillos con forma de corcholatas"
"El Rey León"
"El día que los reyes magos olvidaron dejarnos los regalos"
"Frijoles, embudos, trastes... en casa de mami Bertha"
"La bolsita de maquillaje de mami Lucy"
""Pero no se lo comía!!!... mejor se hacían amigos...""
"La misteriosa telepatía"
"Yo sé lo que hagoooooo...... tooooiiiinnnggg!!!"
"La búsqueda diaria del libro de animales de mamá"
"Ropa de Barbie en 'La Hermita'"
"Fígaro, Dolly, Toby, Lamonth y su ojo, Frizy, Tambor, Los pollos, Bicho, Kiara, Macarena, Gordo, Brincolina, Pulguita, Princess, Atascadito y Hunter.."
"CR-V"

Jajaja bueno creo por ahora te dejo unos cuantos de tantos recuerdos que tenemos, siempre es precioso recordarlos y saber que tú eres parte de ellos, siempre has sido esa amiga inseparable, compañera de juegos, cómplice de travesuras, baúl de secretos...

Vivimos juntas la mejor experiencia de nuestras vidas que ha sido conocer a Cristo y entregarnos a Él, comenzamos a servir juntas y fue una experiencia que no pude vivir con alguien mejor que contigo ¡Gracias Lis!

Quiero recordarte hoy que aunque el tiempo pasa y las situaciones cambian, vamos creciendo y adoptamos nuevos roles, nuevas responsabilidades, y que la misma Biblia afirma que hay una ocasión para todo, pero hoy no comparto el pensar del que dice: "Quisiera volver a ser niño", porque gracias a Dios, a nuestros Padres y a tí, viví una infancia ¡¡simplemente maravillosa!!, de la que estoy satisfecha.

Hoy somos adultas, pero en el fondo y por momentos, seguimos siendo las mismas niñas de antes... seguimos siendo en ocasiones tan ingenuas como hace 15 años, seguimos soñando con muchas cosas, seguimos esperando otras más, pero el Señor pide que seamos asi, como niños, sabios para el bien e ingenuos para el mal.

Sigue las pisadas de nuestro Señor Jesucristo con el mismo valor y coraje como hasta ahora lo has hecho y persevera en ello, pues el sacrificio de nuestro esfuerzo vale mucho para Él, y sé que tu vida es preciosa a los ojos de nuestro Dios, eres una mujer muy valiosa y especial y por eso me siento privilegiada de compartir toda una vida de recuerdos, de logros ya cumplidos, pero aún de muchos más que conquistar por nuestro Dios.

Te amo Hermanita, y deseo que en este nuevo año de vida (o este año menos de espera a nuestro Amado Salvador) lo rindas a Él y le sigas sirviendo con los recursos que Él ha dispuesto para tí, ¡¡muchas felicidades!!



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08 abril, 2010

La Rueda de la Fortuna

¿Quién dijo que la vida del Hijo de Dios es color de rosa?
¿Quién nos prometió abundancia de bienes y salud eterna al aceptar la obra de Cristo?
¿Quién nos dijo que dejaríamos de derramar lágrimas?
¿Quién nos aseguró alguna vez que todo el mundo nos amaría cuando nos declaráramos “Cristianos”?

Y es que para unos hoy puede ser uno de los mejores días de su vida, mientras que para otros puede ser uno de los más difíciles.

Sabemos de hermanos que hoy se gozan en el campamento de jóvenes, pero sabemos de Iglesias que hoy padecen persecución y no pueden ni siquiera abrir públicamente sus Biblias, es más, son golpeados y echados de sus propios hogares.

Hay matrimonios Cristianos que hoy esperan con anhelo y alegría la llegada de su primogénito, pero hay otros que han sufrido la pérdida de uno de sus hijos, algunos aún muy jóvenes y con un futuro por delante, como muchos suelen decir.

Hay hermanos que se han recuperado de una grave enfermedad, mientras otros padecen fuertes dolores en su cuerpo y tratamientos médicos muy dolorosos.

Tal parece que en ocasiones, nuestra vida es como una “Rueda de la Fortuna” hoy nos va bien, todo parece estar perfecto en nuestra vida, estamos en la “cumbre”, podemos admirar tranquilamente el paisaje desde arriba y sin ninguna preocupación, sentir incluso el aire fresco que acaricia nuestro rostro; Pero de momento, casi inadvertida, la rueda da una un gran giro, parece que apenas disfrutamos el momento y ahora estamos abajo, el cielo parece tan lejos y nos sentimos en el “fondo”. Volteamos la mirada y quisiéramos estar en el asiento más alto, ahí donde vemos a otros sonreír y disfrutar. Quisiéramos nunca bajar, nunca padecer, nunca llorar, nunca sentirnos tan vulnerables.

El mundo llamaría a esto “Suerte” o también “El juego de la vida”, yo más bien considero que en la vida Cristiana, son las pequeñas pruebas que confirman lo insignificantes y frágiles que somos, y por otro lado revelan el Poder inigualable de Dios.

¿Cómo demostrar que somos dependientes de Dios si no hay necesidad (Fil. 4:19)? ¿Cómo se perfecciona el poder Divino si yo no fuera débil (2 Co. 12:9)? ¿Cómo sentir la mano sanadora y restauradora de Cristo si nunca hemos enfermado (Mr. 5:28)? ¿Cómo promete la Escritura que Él enjugará toda lágrima si no derramamos ni siquiera una (Ap. 21:4)?

¡¡Qué bueno es saber que yo tengo una vida llena de comodidades, riqueza, salud, y felicidad eterna!!

Claro, no es terrenal, es ¡¡de otro mundo!! y yo sólo estoy de paso, librando las adversidades que se presentan, para mantenerme en el camino angosto (Mt. 7:14) que me lleva a donde mi Amado me aguarda para estar juntos por la Eternidad. Confío que me espera porque Él es Fiel hasta el fin (Mt. 28:20), y porque me ha prometido un lugar en su Palacio Celestial (Jn. 14:2).

Y tú... ¿En qué camino transitas?
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella"

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