El domingo pasado mi esposo salió a un curso en una ciudad relativamente cercana a Toulouse, toda la semana estará lejos de casa y no puedo negar que desde que supe que iba a pasar una semana “sola” (entre comillas claro porque es evidente que NUNCA lo estoy), tuve algo de temor, ya que nunca estuve totalmente “sola” y mucho menos en un país que aun a ésta fecha me es un tanto desconocido, un idioma que aún no domino con destreza, lejos de la familia, lejos de mi esposo, lejos de mis hermanos, etc.
Pero al mismo tiempo, sabía que no tenía que temer, pues el Señor siempre nos ha mostrado que está a nuestro lado, sea donde sea que estemos… eso lo sé, siempre lo he sabido, pero a veces soy necia, mi condición de humanidad me hace en ocasiones sacar esa debilidad que nos caracteriza… esa fragilidad que nos vuelve en ocasiones tan vulnerables…
Pero hoy puedo decir que Dios me ha dado seguridad, aun en la “soledad” que se puede sentir en el ambiente, el en silencio que abunda durante la noche, en la inseguridad que puedo llegar a sentir, Él resurge con sus alas que me rodean con ternura y entonces ¡¡Todo está bien!!
Él es el mismo que con una columna de fuego y una columna de nube, guió a un pueblo entero por el desierto.
ÉL es el mismo que habló a Elías con un silbo apacible cuando la depresión y la persecución atacaron su paz.
Él es el mismo que guardó la vida de su ungido David, cuando el celo de Saúl buscaba terminar con su vida.
Él es el mismo que libró a Pedro de la cárcel y lo llevó en la oscuridad de la noche a reunirse con sus hermanos que oraban fervientemente a su favor.
¿Acaso un Dios así no cuidará de mí?
Ahora me parece absurdo temer… aunque en la debilidad mía, el poder de mi Dios se perfecciona.
Así que prefiero a veces ser temerosa… si no hubiera temor, no sentiría la necesidad de su regazo, si no hubiera temor sería entonces tan autosuficiente, que no amaría tanto el brazo abrigador que hoy me dice:
Yo estoy contigo...Yo soy tu Dios que te esfuerzo, No te dejaré...Ni te desampararé...
El fruto del Espíritu Santo: “Benignidad”
Hace 2 semanas