Hace 25 años, presentaron sus votos de amor y fidelidad delante del Señor, para dar inicio a una nueva vida. Y estoy muy agradecida con mi Dios porque escogió este seno familiar para esperar con mucho amor nuestra llegada.
Quisiera hablar de tantas cosas, porque a mi mente llegan tantos recuerdos, que me podría pasar horas escribiendo... porque bien dice papá que la mejor cámara fotográfica es el Corazón y eso es verdad, ya que el mío alberga las más y mejores pruebas de amor que nos han dado al correr de estos años, ustedes han sido el pilar de nuestro desarrollo, no solamente físico, académico o social, sino más bien y más importante: El espiritual.
A veces es difícil entender los planes de Dios, pero cuando recordamos todo lo que sucedió en el pasado, nos damos cuenta que el Señor tiene el control de todo, y lo que pasó antes en sus vidas, es lo que permitió que nuestro futuro llegara conforme a la Voluntad Divina: El hecho de que Papá se quedara en México luego del viaje de los abuelitos al extranjero, lo llevó a conocer ¡¡el amor de Jesucristo!!, y al reunirse en la Iglesia, comenzó a participar en la Escuela Bíblica que se realizaba en casa de mamá, de donde surgió en sus corazones, el amor que en Marzo de 1985, confirmaron delante de Dios y que un año más tarde, se extendió a la llegada de Lis, y otro año más tarde, creció aún más con mi llegada.
Gracias a ustedes, a sus enseñanzas y a su amor, tuvimos una infancia maravillosa en la que tuvimos la mejor experiencia "Nuestro encuentro personal con Dios" y sé que esto pudo ser posible gracias a su dedicación, a su ejemplo...
El tiempo pasó rápidamente, pero puedo decir con satisfacción, que pudimos disfrutarlo al máximo, nosotras en la Escuela mientras mamá se ocupaba de la Casa, de nosotras, de todo lo que nos faltaba, y Papá en el trabajo esforzándose día a día por sus "mujercitas" que ahora eran 3.
Pero no fué sino hasta 1995 que este amor ¡por fin se completó!, cuando ilusionados recibimos a Heber que trajo mucha alegría al hogar, y otro hombrecito a la Familia. Aún lo recuerdo y mi corazón se emociona, ahora lo veo y mi corazón se impresiona porque el Señor ha sido muy bueno con nosotros, demasiado bueno me atrevería a decir.
Y hoy que Eduardo y yo empezamos otra historia, les damos muchas Gracias porque nos sentimos respaldados por los pilares que nos han sostenido hasta ahora y por los que podemos confirmar que Dios no nos pudo poner en mejor momento y lugar que éste. Y porque además, su matrimonio nos hace creer y confiar en que el verdadero amor que viene de Cristo, dura para siempre.
Y aunque hoy no puedo estrecharlos entre mis brazos, tengo un regalo para ustedes, unos cuantos recuerdos que estoy segura, guardamos muy dentro del corazón, y ¡qué mejor lugar para albergarlos!
Sólo quiero repetirles cuánto los amo, y que cada sonrisa suya, cada juego, incluso cada llamada de atención, nos han formado en lo que somos Hoy. Estoy segura que el Señor ama tanto nuestra familia y está en el centro de ella, que: ¡Con razón hemos sido tan bendecidos!
Espero que disfruten este video que hicimos especialmente para éste día, y que aún en la distancia sientan el calor del abrazo que desde aquí les mandamos, y que guardaremos para el día en que volvamos a estar con ustedes.
P.D. En éste video, también hay dos cómplices (Heber y Lis por supuesto) que me ayudaron con las fotos, y que comparten el mismo sentir que tenemos hacia ustedes por sus años invertidos en nosotros... ¡¡¡los amamos profundamente...!!!
