23 febrero, 2010

Un sueño hecho realidad

Aunque un poco atrasado, pero no puedo pasar por alto compartir con ustedes, el día más importante de mi vida, claro, después de haber aceptado a Cristo, mi boda es como ¡un sueño hecho realidad! pues si somos sinceras, la mayoría de las mujeres, desde niñas soñábamos con casarnos y tomar el papel de "Mamá", será por los cuentos de hadas que leemos, o por la cultura mexicana en la que el papel materno aún guarda un significado primordial en la sociedad, ya sea porque nuestra madre ha desempeñado con tal excelencia su puesto en la familia que siempre anhelamos igualarlas, o bien, porque nos hemos convencido de que Dios nos ha dado un privilegio enorme de ocupar ese lugar. Ya sea por cualquier razón de las que menciono, muchas de nosotras lo hemos soñado, incluyéndome a mí.
Soñamos con el príncipe azul de las películas de Disney, con un héroe que viniera a rescatarnos un día que estuviéramos en peligro, el hombre perfecto, sin defectos....etc., etc., etc.

En cambio hoy, muchos hombres y mujeres por el contrario, huyen del matrimonio, no pretenden vivir bajo un juramento que pareciera un martirio más que un deleite, o bien, hay corazones profundamente heridos que, desilusionados del "amor" (carnal por supuesto porque no han conocido el verdadero amor de Jesucristo) se han propuesto nunca enamorarse, y aún hay muchas más razones por las que el matrimonio ahora no es tan esperado ni tan deseado por muchos, o en el peor de los casos, un rotundo desastre.
Pero hoy puedo decir, que gracias a nuestro Dios, Eduardo y yo le hemos conocido, Él es nuestro más grande amor, por Él nos hemos encontrado en el camino, y Él ha sido quien los ha unido para ahora caminar de la mano por el camino que lleva a la verdad; y éste día maravilloso de nuestra Boda, ha sido sólo una pizca que el Señor nos da a probar de un delicioso manjar que disfrutaremos en la Eternidad, cuando seamos la ESPOSA DEL CORDERO.

Y bien, aun el recuerdo está fresco en mi mente de ese gran "26 de Diciembre", agradezco infinitamente a quienes apartaron el día para estar presentes y compartir con nosotros estos momentos mágicos, llenos de felicidad, de risas, de agradecimiento, ¡¡¡de sentimientos a flor de piel!!!

La emoción de oír nuestros votos delante de Dios y de nuestras familias, amigos y hermanos no se podía evitar. Yo no podía dejar de sonreír, parecía imposible, observaba a Eduardo y mi corazón se estremecía, al caminar del brazo de mi padre hasta donde estaba el hombre de mis sueños, ¡más allá de mis sueños!, ¡tal y como Dios lo planeó!

Y después pensé: ¡Tanto tiempo de preparación que parece irse en un momento!, pero a fin de cuentas, concluyo que valió la pena, aunque lo verdaderamente importante allí estaba y aún el día de hoy permanece: Dios primeramente, quien era el verdadero y seguramente más feliz espectador, o más bien, el autor de todo, el genio tras bambalinas.

Yo, sin duda, encontré a mi príncipe azul, aunque no es como el de los cuentos de hadas, sino que ¡es aún mejor! porque es real, porque es diferente a mí y a la vez tan igual, porque tiene defectos que lo hacen humano, pero tiene tantas virtudes que lo hacen el hombre perfecto para mí, y después de esperar a alguien que cumpliera con mis expectativas, llegó él, que cumple con las expectativas de Dios para mí. ¡Eso es increíble! ¡Pero ahora real!

Sólo un Dios que es Sabio y Misericordioso pudo otorgarnos tan bella velada, una noche impregnada de amor, de buenos deseos y de felicidad, un regalo inigualable.
Hoy puedo compartir con ustedes un poco de nuestra gran alegría, y también algunos momentos capturados durante esa noche, nuestra gran y esperada noche...si desean ver más, las pueden encontrar en Flickr.
¡Bendiciones a Todos! y a Dios toda nuestra gratitud y alabanza





3 comentarios:

Samuel dijo...

Tienes mucha razón, un sueño hecho realidad y sabes muy bien que también en mi estaba ese sueño.
Fue un privilegio el que me permitieran ver ese sueño realizarse, todavía tengo en mente sus rostros antes,durante y después de la boda.
Amigos es una grande bendición las promesas de DIOS hechas en nuestras vidas.
Y pensando en específico en el sueño que compartíamos tenerlo ahora como realidad nos lleva a alabar a nuestro DIOS por mostrar su fidelidad y amor hacia con nosotros tal y como lo dice el Salmo 37:4
Bendiciones hermanos y sonrian porque el Señor aún mostrara cosas grandes y hermosas que tiene preparadas para ustedes
CON AMOR EN CRISTO Samy

Isa dijo...

¡Ay,Denisse! Pensaba que ya había escrito un comentario, no cabe duda que ya se me van las cosas, je,je.
Visité las fotos que sacaron y pude compartir con ustedes los momentos preciosos del momento de su boda. La verdad es que luciste ¡Regia!. Ambos se veían estupendos. No cabe duda que la felicidad se trasluce y se nota, je,je.
Un fuerte abrazo fraterno para ambos.
Goza del amor de tu amado y ambos del amor de Cristo.

Anónimo dijo...

hola primita ese es el sueño d muchos y mas el poder con ese evento honrar a nuestro Dios y El en su infinita omnisciencia tiene el control y los tiempos especificados en su plan asi que no me preocupo mas bien me OCUPO cuidat prima hermosa un saludo a don lalo y nos estamos leyendo por aca

atte Uziel

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