¿Quién dijo que la vida del Hijo de Dios es color de rosa?
¿Quién nos prometió abundancia de bienes y salud eterna al aceptar la obra de Cristo?
¿Quién nos dijo que dejaríamos de derramar lágrimas?
¿Quién nos aseguró alguna vez que todo el mundo nos amaría cuando nos declaráramos “Cristianos”?
Y es que para unos hoy puede ser uno de los mejores días de su vida, mientras que para otros puede ser uno de los más difíciles.
Sabemos de hermanos que hoy se gozan en el campamento de jóvenes, pero sabemos de Iglesias que hoy padecen persecución y no pueden ni siquiera abrir públicamente sus Biblias, es más, son golpeados y echados de sus propios hogares.
Hay matrimonios Cristianos que hoy esperan con anhelo y alegría la llegada de su primogénito, pero hay otros que han sufrido la pérdida de uno de sus hijos, algunos aún muy jóvenes y con un futuro por delante, como muchos suelen decir.
Hay hermanos que se han recuperado de una grave enfermedad, mientras otros padecen fuertes dolores en su cuerpo y tratamientos médicos muy dolorosos.
Tal parece que en ocasiones, nuestra vida es como una “Rueda de la Fortuna” hoy nos va bien, todo parece estar perfecto en nuestra vida, estamos en la “cumbre”, podemos admirar tranquilamente el paisaje desde arriba y sin ninguna preocupación, sentir incluso el aire fresco que acaricia nuestro rostro; Pero de momento, casi inadvertida, la rueda da una un gran giro, parece que apenas disfrutamos el momento y ahora estamos abajo, el cielo parece tan lejos y nos sentimos en el “fondo”. Volteamos la mirada y quisiéramos estar en el asiento más alto, ahí donde vemos a otros sonreír y disfrutar. Quisiéramos nunca bajar, nunca padecer, nunca llorar, nunca sentirnos tan vulnerables.
El mundo llamaría a esto “Suerte” o también “El juego de la vida”, yo más bien considero que en la vida Cristiana, son las pequeñas pruebas que confirman lo insignificantes y frágiles que somos, y por otro lado revelan el Poder inigualable de Dios.
¿Cómo demostrar que somos dependientes de Dios si no hay necesidad (Fil. 4:19)? ¿Cómo se perfecciona el poder Divino si yo no fuera débil (2 Co. 12:9)? ¿Cómo sentir la mano sanadora y restauradora de Cristo si nunca hemos enfermado (Mr. 5:28)? ¿Cómo promete la Escritura que Él enjugará toda lágrima si no derramamos ni siquiera una (Ap. 21:4)?
¡¡Qué bueno es saber que yo tengo una vida llena de comodidades, riqueza, salud, y felicidad eterna!!
Claro, no es terrenal, es ¡¡de otro mundo!! y yo sólo estoy de paso, librando las adversidades que se presentan, para mantenerme en el camino angosto (Mt. 7:14) que me lleva a donde mi Amado me aguarda para estar juntos por la Eternidad. Confío que me espera porque Él es Fiel hasta el fin (Mt. 28:20), y porque me ha prometido un lugar en su Palacio Celestial (Jn. 14:2).
Y tú... ¿En qué camino transitas?
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella"
El fruto del Espíritu Santo: “Benignidad”
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Precioso este post mi querida Denisse ¡y muy cierto! Muchas veces, conforme uno va deambulando en el camino que Dios nos ha marcado, pensamos: ¿por qué ese que es malo le va bien? -tal cual dice el salmista- o acaso pensamos: ¿porqué al hermano X que casi nunca viene a la reunión, anda muy mal, le va muy bien?, je,je, todas estas interrogantes, un día el Señor las contestará, pero a nosotros nos queda seguir mirándolo a Él, ¡sólo a Él! y no juzgar, sino vivir en contentamiento sabiendo que nada de lo que nos sucede es por "suerte", je,je.
Me encantó tu post mi querida Denisse, que espero que tengas plena salud en compañía de tu esposo en las tierras extrañas donde estás ahora.
Mi corazón esta muy triste al leer este post, porque una hermana querida esta hoy sufriendo, pero son tan ciertas las palabras que mencionas somos tan fragiles e insignificantes que necesitamos del gran Poder de Nuestro Gran Dios, Gracias por recordarnos que es necesario pasar por esas pequeñas pruebas que nos llevan a tomarnos fuertemente de los brazos de Nuestro Bendito Salvador.
Gracias Denisse, Dios les siga Bendiciendo, Saludos.
Insignificantes..nada..eso somos..pero q GRANDE es su misericordia para con nosotros!!!..el lugar ya ia esta, solo es cuestion q cuidemos de el, i si ciertamente nadie dijo q seria facil, pero q hermoso es saber q no estamos solos, FIEL ES EL Q PROMETIO..no todos iegaran xq el camino es angosto..muxos son iamados..pero pocos escogidos..q privilegio!!!..q responsabilidad!!!..Q AMOR!!!!...
la bendicion del SEÑOR es con ustedes..:)
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