Había leido en muchas ocasiones que cuando el día en que el Señor viniera en las nubes por sus hijos, muchas señales de su pronta venida se harían presentes, pero quizá no me imaginé estar en este momento y sentirlo tan cerca! muchas veces mi oración ha sido como el canto que muchos conocemos: ¡Ven, regresa ya!.Ahora mi querido país atraviesa por esta epidemia que ahora han llamado: Influenza Humana A (H1N1), y a pesar de que ya han anunciado que la parte más difícil ha sido superada, a mi mente vienen porciones de la Biblia que nos marcan con mucha claridad, que los últimos tiempos se caracterizan precisamente por hambres, pestes, guerras, rumores de guerras....
Hoy en las calles ya no es extraño ver personas que llevan un cubrebocas para prevenir un contagio, otros procuran lavarse las manos frecuentemente, otros prefieren no salir de sus casas por temor a ser alcanzados por este virus.
Mi oración ahora intercede por aquellos que internados en un hospital, esperan que los medicamentos actúen en sus cuerpos y pronto los den de alta, por los hermanos de las iglesias en México y los estados afectados que han decidido suspender sus reuniones para proteger a sus miembros, pero es inevitable que en mi mente y mi corazón haya una reflexión que no debería limitarse a atravesar por estas situaciones...
Una enfermedad que se propaga sin control en una nación, medidas de prevención por todos lados, gente asustada, gente que se protege, gente que es indiferente... ésta es una situación que se asemeja a la enfermedad más terrible para el hombre, que es como ese virus, flotando en el ambiente y poniendo en peligro a la persona.
El PECADO, siempre buscando un sistema de defensas que esté lo suficientemente débil para atacar! El cuerpo (que es la Iglesia de Cristo) en ocasiones, se duele por aquellos miembros que han sido alcanzados por este terrible mal, que es mucho mas peligroso que el virus del que tanto se escucha hoy, sabiamente dice el Señor: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" Mateo 10:28
Cada día observo cómo la programación es interrumpida por cápsulas informativas que informan sobre la situación en el país, no obstante la preocupación que esto trasmite hay un sentir en mi corazón...y que quiero compartir contigo en forma de preguntas, que podrás responder en tu interior y que espero sean útiles en tu vida:
¿Cuántas veces interrumpes tu "programación" del día, para meditar en cómo está tu corazón?
¿Dejarías que quien lo examinara fuera el mismo Dios?
¿Qué medidas de prevención se han hecho una costumbre en tu vida para que el pecado no te enferme?
¿Has ignorado al Espíritu Santo que te advierte del peligro?
¿Qué función o con qué actividad coolaboras en tu iglesia para que los miembros del cuerpo que han sido afectados, puedan rehabilitar su comunión con Nuestro Padre?
Si te has "infectado" de pecado, has seguido las instrucciones del Médico Divino?
No necesito escribir muchas más lineas, la respuesta la conoces tú y el Señor, eso es suficiente para seguir adelante, o bien, para retomar el camino correcto que ha marcado el Señor, y para no bajar la guardia, mientras esperamos el regreso de nuestro Amado Señor.
Ha salido ya la estrella, veo el Sol que nacerá
Pronto oiremos la trompeta que al Señor anunciará
Impaciente la Iglesia clama: Ven regresa ya
Su regreso cerca está
///Gloria, Gloria Aleluya///
Su regreso cerca está
Ved al Rey que se aproxima, va pisando el lagar
Y la copa de su ira, pronto ya se colmará
Ay de aquel que en esta vida no ha aceptado su bondad
Su regreso cerca está.
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