Hace unos días, mientras preparaba una clase de Ciencias Sociales, leí una frase que todos alguna vez hemos escuchado, y dice así: “El fin justifica los medios”, llamó mucho mi atención al leerla, y mientras la meditaba en mi interior, no podía evitar contrarrestarla con la verdad que encontramos en la Escritura referente a este tema.
A pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que Nicolás Maquiavelo en su famosa obra “El Príncipe” hacía esta afirmación, en nuestros días parece ser parte del diario vivir de muchos alrededor del mundo, que viven pasivamente, con la “tranquilidad” de no tener a quien rendir cuentas mas que a ellos mismos, lo que los lleva a derrochar dinero, desperdiciar el cuerpo, perder amistades, quizá obtener poder y fama, que llenan su vida temporal, pero que dejan vacío su futuro eterno. La Biblia nos dice: “Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones” (1 Samuel 2:3b) ¡que triste es saber que muchos ignoran esta importante verdad, de la cuál nadie puede escapar! además puedo afirmar con toda seguridad que delante del Gran Dios, Creador de todo el Universo, nunca habrá excusa que justifique nuestro sedentarismo espiritual, porque aún se mencionan en la Biblia los “Grandes propósitos del corazón” (jueces 5:16) que nunca se materializaron y de nada valieron por muy hermosos que parecieran, y lo mismo resulta ser para con nosotros, ya que podemos tener infinidad de propósitos que no luchamos por cumplir, y muchos otros que buscamos con tanta desesperación, que no nos importa lo que tengamos que sacrificar o a quienes tengamos que lastimar para obtenerlos, olvidando que Dios manda a sus hijos hacer todas las cosas para Él y de la manera en que Cristo lo haría, y es importante recordar que «es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (2 Co 5:10)., en el cual la obra de cada uno se hará manifiesta! Y no puedo ni siquiera imaginarme frente a ese juicio, excusándome delante de Aquel que dio todo por mí, con la vergüenza de no haber hecho nada en correspondencia a su magnífico y grande amor, puedo sentir ahora ese temor reverente que merece nuestro Dios por su poder y su soberanía, solo podemos comprometernos a vivir para él! Es lo menos que podemos hacer ante su obra maravillosa en nuestras vidas...
¿Has buscado últimamente una excusa para justificar algo que hiciste, o dejaste de hacer?
"Todo lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad"
El fruto del Espíritu Santo: “Benignidad”
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Que buena reflexión y ademàs es muy cierto lo que escribes, creo que aún hay tantas áreas de nuestra vida por mejorar pero me anima saber que ahi es dónde el poder del Señor !entra en acción!.
Lalo
Ah se me olvidaba, que bonitas palabras escribes, no cabe duda que el Señor de poco en poco nos va puliendo para su gloria.
Soy pastor y justamente buscaba hacer un sermón sobre el fin justifica los medios, y leí varios artículos, y me pareció excelente y el mejor que encontré, Dios bendiga tu don para ver con sencillez el mensaje bíblico. Miguel
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